Otro cumpleaños de mi familia en agosto, es el de mi hermana. Cumplió 52 y es la mejor degustadora que tengo, porque todo le encanta, pero sabe distinguir algo que para mi es crucial, cuando una receta es demasiado dulce. Su opinión en esta ocasión era que le encantaba, porque era una tarta fresca, suave y con una presentación bastante llamativa. Confieso que cuando vi este tipo de presentaciones de tartas me quedé enamorada de esa mezcla de frutas y flores. Aprovechando que tengo pensamientos y tagetes plantados, la decoración de esta cheescake de moras tenía que ser esa. Además a ella le va divinamente, es bastante "flowe power", se pirria por la naturaleza, las flores y las frutas frescas.
Las moras no son de mi casa, pero son cogidas de un caminito lleno de zarzas que tengo al lado, así que la tarta no puede ser mas silvestre.
Se puede preparar con antelación y no necesitamos encender
el horno, así que en verano se convierten en mis favoritas toda clase de tartas
de queso, mousse y charlotas.
Base de galleta Digestive machacadas y mezcladas con
mantequilla y canela
750 g de queso fresco de untar. En este caso usé San Millán
300 ml de nata para montar (35% materia grasa) + 3
cucharadas de azúcar
450 g de moras frescas o congeladas
200 g de azúcar
6 hojas de gelatina
Para decorar
Mermelada de mora
Frutas y flores
A mi me gusta poner en el molde unas tiras de acetato o
papel de hornear por los bordes. De esta manera queda mas limpio cuando
desmoldamos. Pero no es algo indispensable, puedes pasar perfectamente el
cuchillo por el borde y ya está.
Ponemos de remojo en agua las hojas de gelatina hasta que
ablanden, que suele ser unos 10 minutos.
Ponemos las frutas con el azúcar al fuego durante unos 15
minutos hirviendo bajito para formar una fruta en almíbar. Apartar del fuego y
dejar templar. Apartamos del almíbar caliente tres o cuatro cucharadas donde
diluiremos las hojas de gelatina.
Mientras batimos el queso
crema al que añadiremos la fruta en almíbar cuando esté casi fría.
Mezclamos bien.
Montar la nata sin que llegue a estar firme del todo, mas
bien semi montada y mezclar con la crema
de frutas. Siempre envolviendo no removiendo, para que no pierda aire la nata.
Verter sobre el molde
y a la nevera al menos 6 horas.
Cuando este cuajada pincelamos con la mermelada de mora y
decoramos como mas nos guste. Frutas, chocolate blanco, flores, o simplemente
nada. Y ahora desmoldamos con mucho
cuidado.
Esta tarta sería ideal para mí, me encantan las moras y las tartas de queso.
ResponderEliminarLa verdad Ana M, es que en estos días de tanto calor solo apetecen tartas sin horno y con frutas de temporada mas bien ácidas. Un saludo.
EliminarHola, una tarta riquísima, me encantan las moras así que apunto la receta, te espero en mi blog http://proyectojuliachild.blogspot.com.es/ un saludo de sole
ResponderEliminarYa pasé por él y tu si que eres valiente con las recetas de Julia. Un saludito
EliminarWowwwwwwwwwww, pedazo de tarta bonita y, por lo que veo, deliciosa, fresca, con toque acidito y muy "flower power", así que me va perfectamente.
ResponderEliminarTe ha quedado divina, Victoria y no solo la tarta en sí misma, sino las bonitas fotos que ahs hecho, porque, mi niña, dan ganas de darle dos bocados, sin cuchara ni nada.
¡¡¡Bravo!!!
Este tipo de tarta se puede congelar?
ResponderEliminarYo no he congelado está, pero si otras con estos mismos ingredientes. La decoración con flores la dejas para el último momento y no olvides pasarla del congelador a la nevera unas cuantas horas antes. Los cambios radicales de temperatura no suele sentar bien. Ya nos contarás si te gustó, aunque estoy segura de que te va a encantar.
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