Llevo días tropezando en la despensa una preciosa botella que nos regalaron de limoncello, y recordé que hace poco lo había visto en un bizcocho de  Aisha Kandisha.  Además a una parte de la familia les encanta los dulces que llevan licor, por lo tanto no tenía excusa para no ponerme manos a la obra.

Tengo que aclarar que este bizcocho resulto ser la cosa mas suave y esponjosa que me había tropezado desde hace mucho tiempo. Así que hice uno y al ver como cayó en un par de horas, hice una segunda remesa, pero esta vez como estamos en navidades opté por cambiarlo un poquito. Lo hice en moldes chiquititos, tipo pequeños pastelitos individuales, y los decoré con algo mas de glaseado del que lleva la receta original, para terminar poniendo unas hojitas de acebo con fondant.  

Se trata de juntar los ingredientes secos todos juntos y los húmedos por otra parte, para luego juntarlos envolviendo con suavidad. Así que una receta fácil y deliciosa. 

ELABORACIÓN:

En  batimos los huevos junto con el azúcar y cuando haya blanqueado y  añadimos el aceite, los dos yogurt, la ralladura de limón y las 3 cucharadas de limoncello.

Aparte, mezclamos la harina tamizada junto con la levadura, el bicarbonato y la sal.

Unimos los ingredientes secos a los húmedos y vamos mezclando hasta que estén bien incorporados con movimientos envolventes.

Vertemos la masa en el molde engrasado e introducimos en el horno precalentado a 180º durante 45-50 minutos, (la versión pequeña apenas tardó 12 minutitos) hasta que la parte superior del bizcocho esté tostado. Dejamos enfriar y desmoldamos.

Cuanto el bizcocho esté frío, batimos los ingredientes para el glaseado y lo vertemos sobre el mismo.