GALLETAS CON AROMA DE FRESA PARA UN BAUTIZO

Una receta de Esther
PARA ANABEL
Este año, casi a la vez que la Navidad, hemos celebrado el bautizo de la más pequeña de la familia. El bomboncito se llama Anabel y ha llegado al bautizo casi con un año, así que durante la ceremonia en vez de estar adormilada, impuso su genio retirando la mano del sacerdote que la mojaba, pero sin llorar ¡eh!... no paró ni un segundo, y centró la atención de todos los asistentes que embobados mirábamos para ella y para sus monerías, pero es una niña muy buena y la más bonita del mundo… en serio. 
Para su bautizo se hicieron estas galletas para los invitados y como faltaba poco tiempo para navidad algunos de los asistentes las reservaron para poner en el árbol. Pero bueno, los que las comieron, que también hubo alguno, las encontraron muy ricas. Entre los cortadores utilizados hay tres, la pajarita de papel, el barquito de papel y el molinillo de papel que son de diseño propio, confeccionados por mi querido hermano que tiene manos para todo. Mi agradecimiento para él por hacerme los cortadores.

















Ingredientes para las galletas:
(Esta cantidad de masa es para 35 ó 40 galletas grandes de entre 8-10 cm)
250 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
250 gramos de azúcar glas
1 huevo grande a temperatura ambiente
650 gr. harina de trigo normal tamizada
1 chorrito de leche para ligar la masa
Aroma al gusto (en mi caso de fresa)
1 cucharada de pasta de fresas (para una parte de las galletas de ahí que algunas galletas tengan la masa de color rosa)
Ingredientes para la glasa:
Preparado en polvo “royal icing” de Fun Cakes
Agua mineral
Colorantes en gel.
Preparación:
Estas galletas se hicieron con la ayuda de una amasadora Kenwood pero pueden hacerse a mano o con ayuda de otro procesador.
Ponemos la mantequilla en la amasadora y batimos con la pala a velocidad 3 durante un minuto. Bajamos con una espátula lo que haya podido quedar en las paredes del bol y volvemos a batir a la misma velocidad durante otro minuto. A continuación bajamos la velocidad al mínimo y vamos incorporando el azúcar glas o icing sugar tamizado a cucharadas, sin parar de batir. El azúcar irá integrándose poco a poco. Cuando veamos que está integrado volvemos a subir la velocidad al 3. Pasado un tiempo la mantequilla se habrá blanqueado y aumentará de volumen. Paramos la máquina y le añadimos el sabor elegido y el huevo que previamente hemos batido, integramos todo a baja velocidad. Seguidamente vamos incorporando la harina (mejor tamizada aunque no es imprescindible) poco a poco, a cucharadas, sin dejar de batir a la mínima velocidad. Cuando quede poca harina veremos que la masa empieza a formar migas, en ese momento incorporaremos el chorrito de leche y seguimos batiendo hasta que la masa se vaya despegando de las paredes del bol.
Cuando veamos que la masa está lisa y uniforme (aunque siempre algo pegajosa) colocamos un papel de hornear en la superficie de trabajo y sobre él la masa formando una bola redonda y chata. Cortamos cuatro trozos iguales haciéndole un corte en cruz a la masa.  Trabajaremos cada trozo por separado, reservando los restantes.
Colocaremos un nuevo papel de horno encima de la bola y las guías para vigilar el grosor, si disponemos de ellas, las pondremos en los bordes y estiramos con un rodillo la masa hasta conseguir el grosor de la guía. Cuando esté la masa estirada la reservamos en la nevera cubierta por los dos papeles de horno y continuamos el proceso con los tres trozos restantes. La masa debe reposar en la nevera un mínimo de 3 horas (puede dejarse de un día para otro)
Pasado este tiempo se saca de la nevera, se retira el papel superior y se cortan las galletas pasándolas con ayuda de una espátula a la bandeja de horno manteniendo cierta separación entre ellas. Los recortes se pueden amasar brevemente y repetir la operación de estirado con rodillo y un breve reposo en la nevera. Las galletas ya cortadas pueden ir guardándose en la nevera unos 15 minutos o 10 minutos en el congelador.
Mientras tanto precalentamos el horno a 180 grados, introducimos una bandeja de galletas y horneamos de 10 a 15 minutos de media según el tamaño de la galleta y según el horno. En todo caso cuando veamos que empiezan las puntas a dorarse, sacamos del horno y todavía calientes las despegamos suavemente de la bandeja y las dejamos reposar 5 minutos más. Parecerán blandas, pero endurecen al enfriar. Finalmente las pasaremos a una rejilla para enfriarlas. Antes de decorar con glasa han de estar bien frías.

















Hay varias formas de hacer la glasa para decorar las galletas, en este caso he usado un preparado de Fun Cakes que me ha parecido muy bueno.  Para hacer la glasa sólo hay que seguir las instrucciones del fabricante batiendo el preparado con el agua que se recomienda durante varios minutos con las varillas, hasta que veamos que adquiere una consistencia similar a la de la pasta de dientes. En ese momento hay que separar en varios recipientes, tantos como colores diferentes vayamos a usar en la decoración. En mi caso sólo dos colores blanco y rosa.
A continuación teñimos la glasa con el colorante elegido y, una vez teñida separamos una parte, por ejemplo un cuarto de la cantidad que hayamos preparado de ese color y la ponemos en una manga pastelera pequeña con una boquilla del número 3. Al resto de la glasa de ese color le vamos añadiendo agua poco a poco, gota a gota, hasta conseguir una consistencia más fluida. Esta será la glasa de relleno que debemos colocar en un biberón de repostería.
Para decorar las galletas elegimos el diseño que más nos guste y ayudándonos con la manga pastelera perfilamos el dibujo formando un borde que servirá de contenedor para la glasa. Esperamos unos minutos y rellenamos el interior de nuestro diseño del color apropiado con la glasa líquida.
Una vez se seque bien esta primera capa de glasa se pueden añadir otros elementos decorativos bien con la propia glasa, bien con elementos de fondant o de otros materiales que se pegan a la galleta con una gotita de la propia glasa.
La receta de la masa de estas galletas la ví aquí y en la red se encuentran magníficos tutoriales para familiarizarse con la técnica del decorado con glasa. Para diseños sencillos como estos no se requiere gran destreza, la prueba es que, con un pequeño ensayo previo, son las primeras galletas decoradas con glasa que hago en mi vida y seguro que no serán las últimas...
Así quedaron empaquetadas para regalo
¡Hasta la próxima!

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